Seis meses después de que los
Owen dejaran Aberdeen, tiempo que aprovechan para conocerse más a sí mismos, un
trágico suceso provocado por su falta de control, les hace regresar a la
ciudad. Sin embargo, su primera parada no es Wayback, sino la mansión Owen.
Volver a pisar el suelo donde
compartieron los últimos momentos con su madre, no solo provoca que algo les
revuelva por dentro, sino que también les inundan más dudas acerca de quiénes
son y quiénes eran sus padres. Una vez allí, dos sucesos les obligan a visitar
Wayback: la aparición del hermano de Sam y una antigua enfermedad que una vez
padecieron Kitty y Blair cuando eran niñas, y que vuelve a afectarlas. Así, los chicos Owen tienen que lidiar con la
nueva situación a la que está sometida la institución y enfrentarse a su vez a
aquello que dejaron atrás, al mismo tiempo que buscan una solución al problema
que incapacita a sus hermanas.
Una pista les indica quién es la
persona que podría ayudarlos, por lo que Jimmy, Robbie y Mark emprenden un
viaje a contrarreloj hacia Talcahuano, en Chile, junto al hermano de Sam. Allí las cosas no resultan ser tan fáciles
como preveían y los Owen vuelven a enfrentarse a un mar lleno de dudas dentro
de su cabeza, habiendo consecuencias por las que tendrán que responder.
Mientras tanto, Gary permanece en
Wayback cuidando de sus hermanas y su sobrino. Ese tiempo a solas, le permite
forjar una alianza inesperada con Sam ante un John a priori más esquivo y
problemático de lo habitual; al que finalmente descubre.
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