¡Hola Guardianes!
Os traigo el comienzo de mis intentos por publicar la saga.
No os riais mucho.
Después de registrar
la novela en la Propiedad Intelectual y de haber subido los primeros capítulos
al blog, decidí enviarla a algunas editoriales.
Por aquel entonces era
una auténtica novata en el tema, no tenía ni idea de cómo presentarnos a mi novela
y a mí en condiciones, tampoco elaboré un directorio, ni investigué la línea de
publicación de las editoriales. Simplemente busqué la dirección de aquellas que
conocía, imprimí los ejemplares, y los envié.
Las editoriales con
las que me puse en contacto fueron Alfaguara, Minotauro, Montena y Destino. Sí,
lo sé, podéis reíros, pequé de nueva y apunté demasiado alto. La emoción a
veces ciega. Creía en mi novela y en las buenas críticas que estaban recibiendo
los primeros capítulos a través del blog, así que pensé que ya estaba lista.
Pero como me ha pasado muchas veces: me equivoqué y no me importa reconocerlo.
Ni la novela por aquel entonces estaba tan pulida, ni tampoco sabía muy bien
hacia dónde quería llevarla, ni mi técnica o estilo (si es que a mi forma de
narrar se le puede llamar así) era definido; y para qué engañarnos, no era tan
buena como creía que era.
Fue evidente que no
recibí ninguna respuesta de las editoriales (en la mayoría de los casos, la
falta de respuesta indica que no están interesados). Cuando me di cuenta de que
no iba a tener ninguna contestación, aprendí que ni la novela ni yo estábamos
preparados para ello, pero aún no sabía todo el trabajo que quedaba por hacer.
Espero que os guste u os sirva de algo conocer mi experiencia
en largo recorrido de la publicación. La semana que viene más.
Gracias por seguir por aquí.
Las experiencias aquí contadas son algo personal, por lo que no quiere decir que a todos los autores que intenten publicar con estas editoriales les vaya a suceder lo mismo, ni que los autores que sí han publicado con ellas tengan un mal trato o condiciones injustas o ilegales.