¡Hola Guardianes!
Continúa esta sección con una editorial que faltó por
mencionar en lso anteriores capítulos y que, dados mis problemas con los discos
duros y toda la pérdida de documentos que conlleva, esta experiencia se perdió
y me olvidé de ella por completo.
Se trata de la Editorial
Seleer, con la que sí he publicado mi relato dentro de la antología
benéfica “Vidas Olvidadas” que organizó Itsy Pozuelo, que allá por 2011-2012 me
ofreció un contrato.
Los conocí a través de un grupo de Facebook del que formo parte, y el que
he mencionado más de una vez. Les envié mi novela con una propuesta editorial,
y al poco tiempo (no recuerdo cuánto tiempo pasó), recibí su repuesta con el contrato.
En dicho contrato me ofrecían hacer una
tirada de 175 ejemplares a un pvp de 22 euros, de los cuales me enviarían 75
libros para el día de la presentación,, para que yo los distribuyera entre las
personas asistentes al acto, sin que tuviera que dar nada por adelantado, ni
pagar el isbn, ni tuviera que hacer ningún desembolso.
Además, se
encargaban de todo y me daban todos los servicios editoriales, incluido el pago
del ISBN por su parte, del depósito legal, el diseño gráfico de portada, lomo y
contraportada, corregirían la novela ortográficamente, la maquetarían,y
realizarían la correspondiente distribución e impresión de ella.
Vamos, que
ellos se encargaban de todo. Un chollo.
El único
compromiso que me pedían era que en el día de la presentación distribuyera (que
queda más bonito que decir “vender”) un minino de libros. Lo que viene a ser
vender esos 75 libros que me enviaban a 22€ cada uno y, de no venderlos ese
día, tendría 7 días hábiles para vender el resto hasta llegar a los 75. Lo que
queda a deducir es que si no los llegaba a vender, me los comía con patatas y
sería yo quién tuviera que pagarlos de mi bolsillo. Por no mencionar que en el
supuesto caso de venderlos todos, no iba a ver ni un céntimo de ellos. Por
supuesto, yo empezaría a ganar dinero después de vender esos 75 ejemplares,
cuando el Editor lanzara los 100 ejemplares restantes de la tirada (y yo me
pregunto si de verdad iban a hacer 175 ejemplares, y no sólo los 75 obligados a
vender desde el principio).
Otra clausula
que mi hizo gracia, fuer que el editor tendría plena potestad para imprimir
tantos ejemplares para enviarlos a los medios de comunicación, clubes de
lectura... etc., sin que yo percibiera nada por ello. Por supuesto, todo era
para favorecer la promoción de la obra, pero los 75 ejemplares iniciales de la
presentación me los tengo que currar yo. ¡Ojo!.
Aquí termino por hoy esta nueva entrada de mis andaduras por
el camino de la publicación lleno de altibajos.
¡Hasta la semana que viene Guardianes!
Las experiencias aquí contadas son algo personal, por lo que no quiere decir que a todos los autores que intenten publicar con estas editoriales les vaya a suceder lo mismo, ni que los autores que sí han publicado con ellas tengan un mal trato o condiciones injustas o ilegales.
Hola Yersey:
ResponderEliminarQué lástima estas cosas. Gracias por compartir tus experiencias, algo había oído sobre esta editorial.
Saludos.
Hola Nesa.
EliminarSupongo que este tipo de cosas son con las que se encuentra cualquier escritor antes de llegar a cumplir el objetivo (si es que lo cumple), así que nunca está de más prevenir. :)